domingo, 31 de mayo de 2009

¿Y los trabajadores... cuándo?

Por: Frente de Estudiantes Libertarios



Un año de elecciones nunca ha sido un año exento de controversias y problemáticas en la vida política del país. Las correlaciones de fuerzas entre los sectores políticos, desde el bloque en el poder hasta el reformismo, se ven modificadas, ya sea para fortalecerse o para debilitar al oponente. Por lo mismo, se arman y rompen pactos que permitan facilitar la presencia en el parlamento en el contexto ejecutivo y legislativo. Particularmente esta coyuntura electoral manifiesta dos factores que han incidido especialmente en las discusiones y propuestas gubernamentales hacia un nuevo periodo: La crisis económica y la fragmentación de las coaliciones políticas. De todos modos existen otras relaciones importantes, tales como la condición empresarial de algunos candidatos, la incapacidad política para superar la crisis, entre otros.

Entre toda la “diversidad” política que nos muestran las noticias, y con la crisis, el desempleo y “los problemas de la gente” como telón de fondo, parece ilusorio esperar soluciones a las demandas populares de aquellos quienes han generado el actual modelo Neoliberal y que tratan de respaldarlo y justificarlo de manera constante. La Alianza, siempre más conservadora, apela a la mentalidad empresarial, al concepto de emprendimiento y a la innovación para superar la crisis. Discursos y conceptos que no tienen un verdadero arraigo en una política pública que beneficie a los sectores populares.

Por su parte la Concertación trata de levantar un discurso progresista de regulación estatal y de fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa, de continuar con los famosos bonos en momentos difíciles, cuyo discurso e implementación, al igual que la Alianza, no viene a dar solución a las verdaderas causas de la crisis, asociados a la distribución de la riqueza, al modelo y a la estructura política y económica social en general. Por su parte, la mal llamada izquierda (Juntos Podemos), se va caracterizando por realizar pactos sociales y acuerdos político electorales con los sectores del bloque en el poder (Concertación específicamente) jugando a distribuir sus integrantes en algunos cargos políticos que les entreguen beneficios parlamentarios, transando los intereses que dicen defender en cuanto a su supuesta defensa de los trabajadores de Chile. No se puede defender los intereses de los trabajadores haciéndose parte del problema que azota a la clase popular, ni menos presentando por candidato a un ex ministro de Frei. Por lo demás, ya se ha hecho costumbre entregar porcentajes de votación para apoyar a la concertación y sus candidatos. Esto guiado por su histórica incapacidad política de ser una alternativa electoral.

Más allá de las diferencias específicas, los objetivos de este periodo eleccionario están sustentados en impedir que la recesión lleve a una explosión social o a quiebres institucionales, desde un enfoque tecnocrático, lucrativo y déspota, defendiendo los privilegios de la clase dominante de nuestro país, de los grandes empresarios y transnacionales que arrebatan la riqueza al pueblo trabajador, de los guardianes del status quo llamados parlamentarios. El panorama es complejo, se candidatea un empresario cuyo capital financiero asciende a los 1200 millones de dólares, un demócrata cristiano protagonista de una anterior crisis económica y de numerosas irregularidades, y una serie de candidatos que no aportan nada distintivo más allá de caudillismos y populismos que potencian individualidades o partidos, dejando de lado, como es costumbre, a los trabajadores chilenos.

Como organización nuestro llamado pasa por fortalecer las organizaciones sociales, avanzar en la unidad de nuestros referentes, crear conciencia de nuestra situación como clase, apuntando hacia la construcción del poder popular, eje táctico de los verdaderos cambios sociales.


¡¡¡Continuar votándoles a los ladrones o luchar con dignidad!!!
¡¡¡Venceremos!!!

miércoles, 20 de mayo de 2009

A 10 AÑOS DEL ASESINATO DE DANIEL MENCO


Hace 10 años, Daniel Menco participaba de un emergente movimiento popular estudiantil de base, que daba las primeras luces de articulación después de la “vuelta a la democracia”. Si bien las demandas eran de carácter reivindicativo, enfocadas principalmente al aumento de los créditos Universitarios y el rechazo de la ley marco, se demostraba la intencionalidad de desarrollar un movimiento estudiantil que cuestione y fuese participe de los cambios sociales que la realidad chilena ameritaba. El ascenso de masas que tuvieron dichas movilizaciones hizo que el bloque en el poder desplegara todo su aparato represivo sobre el estudiantado, amedrentados por un incipiente cuestionamiento del modelo educacional, que necesariamente conlleva a un cuestionamiento económico de la realidad. Es bajo este contexto que el 19 de mayo de 1999, el mayor de carabineros Norman Vargas dispara contra un grupo de luchadores apostados en la Universidad de Tarapacá, hiriendo de muerte a Daniel Menco.

Este hecho marca un referente para un joven movimiento estudiantil, que desde fines de los 90 venía desarrollándose, mostrando claros tildes de combatividad y activa participación de sus bases, características que también se pudieron observar (y es parte de todo el proceso anteriormente mencionado) en las grandes movilizaciones secundarias del 2006, cuando el movimiento secundario puso en jaque a la institucionalidad burguesa y develo las desigualdades del actual modelo educacional, planteando temas de fondo como es el cuestionamiento del carácter mercantilista de la educación.

La realidad hoy en día no es muy distinta a la de aquellos tiempos, la crisis del estructural del modelo de acumulación neoliberal esta golpeando duramente a la clase obrera; cada día más y más hijos de trabajadores deben desertar de las universidades y de liceos porque su realidad y necesidad económica les impide seguir estudiando. Mucho se habla hoy de “la crisis”, pero es conveniente aclarar que las condiciones económicas imperantes no representan un simple tema mediático, el capitalismo siempre esta en crisis, es parte de su naturaleza, lo que sucede es que hay períodos en que la distribución desigual de la riqueza se manifiesta de manera mas evidente y con mas fuerza, hoy estamos en presencia de uno de ellos. Es por esto que debemos comprender la transversalidad de las demandas sociales, las luchas que el movimiento estudiantil se plantee deben necesariamente ser empalmadas con las luchas y las demandas de los trabajadores y el campo popular en su conjunto, cualquier tipo de reforma en beneficio de nuestra clase es solo posible mediante la acción directa de masas, la organización popular y la practica de la democracia directa; además, la lucha por una educación gratuita y al servicio del pueblo debe ser comprendida dentro de un proceso mayor que permita el avance cualitativo del movimiento popular, fortaleciéndolo, acumulando fuerzas y principalmente desarrollando el poder popular. De esta manera el pueblo se dota de sólidas bases para enfrentar al capitalismo imperante, sobrepasar las dirigencias reformistas y concertadas con el bloque en el poder, y avanzar hacia la justicia e igualdad.

Estamos en presencia de una incipiente rearticulación de las luchas estudiantiles, luego de fracasos y derrotas, como así también pequeñas conquistas. Esbozos de esto podemos observar en las universidades de la capital, donde han vuelto a las aulas la toma, y a las calles las movilizaciones. En la ciudad de Arica se valora y se saluda a los compañeros que forjaron la “Coordinadora Daniel Menco”, hecho que viene a suplir el inmovilismo de federación y los Cec. También cabe destacar el activo político que salio a marchar junto a los trabajadores durante el paro nacional convocado por la cut hace algún tiempo; lo que demuestra que a pesar de todo aún hay tejido social dispuesto a luchar pero aún falta mucho, las tareas para el estudiantado de intención revolucionaria son enormes y debemos estar a la altura de estas

El bloque dominante, de la mano del estado, ha perfeccionado sus aparatos represivos, golpeando fuerte y sistemáticamente al pueblo organizado, transformándose la represión derechamente una política de estado. Daniel, Rodrigo, Claudia, Alex, Matías y tantos otros mas, son ejemplos de lucha que no podemos olvidar; como tampoco podemos olvidar a los presos políticos como Elena Varela y tantos más que son privados de libertad por defender su pueblo de la especulación capitalista y del estado, en las tierras del sur de chile.

La muerte de Daniel no puede quedar como un recuerdo traumático, sino que debe servir para fortalecer la unidad entre los estudiantes organizados y comprometidos con las transformaciones sociales. A la vez, recordarnos que del estado solo obtendremos migajas e ilusiones que lo único que logran es atomizarnos, consolidando el poder de los que mandan a matan con plena impunidad.

Nuestro mejor homenaje; y nuestro deber por lo demás, es continuar la senda de lucha que tantos compañeros como Daniel han forjado; fortaleciendo el movimiento popular en función del desarrollo estratégico de la acumulación de fuerzas, que permita a la clase trabajadora tener la capacidad histórica de madurar e implantar los cimientos constructivos de un pueblo organizado desde sus bases, orientando a un chile socialista y libertario.

¡¡¡¡HONOR Y GLORIA A LOS CAIDOS!!!!
¡¡¡MORIR LUCHANDO ES VIVIR PARA SIEMPRE!!!
¡¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!!